Dolor: cuando hablamos de él, es raro encontrar a alguna persona que no lo padezca o lo haya padecido en alguna ocasión.

Y es que es algo muy subjetivo, porque no todas las personas lo sentimos con la misma intensidad, ni lo soportamos de la misma manera.

De todos los dolores sobre los que más soléis consultarnos en la farmacia, se encuentra el dolor lumbar y el dolor articular.

¡Comencemos!

DOLOR DE ESPALDA: MÁS FRECUENTE DE LO QUE PARECE

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre un 60 y 80% de la población, presentará dolor lumbar en algún momento de su vida.

Desde el punto de vista médico, no es preocupante. Pero dependiendo de su causa y duración en el tiempo, puede llegar a convertirse en crónico, lo cual afecta a la calidad de vida de la persona que lo padece.

¿Qué situaciones provocan este tipo de dolor?

Muchas veces, se le relaciona con haber levantado algún peso o haber realizado algún esfuerzo físico, pero puede haber otras causas detrás, como pueden ser:

• Un problema de columna como la escoliosis, o en los discos intervertebrales.
• Contracturas musculares por alguna sobrecarga
• Practicar ejercicio físico con demasiada intensidad, o de la forma incorrecta
• Una ciática (la molestia baja hasta las piernas o incluso hasta el pie).
• Artrosis lumbar (el dolor casi siempre está presente, sobre todo al sentarte).
• Un herpes zoster (el dolor es se siente como si “quemase” en la zona de los riñones. Suele aparecer antes de que aparezcan las marcas en la piel).

VITAMINAS DEL GRUPO B Y SU RELACIÓN CON EL DOLOR

¿Sabías que detrás de tu dolor de espalda puede existir una deficiencia de vitamina B?

Diversos estudios han demostrado una relación directa entre las vitaminas B12 (cianocobalamina), B6 (piridoxina) y B1 (tiamina), y la recuperación del dolor de espalda.

Pregúntanos en la farmacia, y resolveremos tus dudas. Pueden ayudarte a acelerar la recuperación, y tener que utilizar menos analgésicos y antiinflamatorios.

¿CUÁNTO PUEDE DURAR EL DOLOR?

Generalmente, en el 90% de los casos, a las 6 semanas suele haber desaparecido.

Pero también existe un porcentaje de casos en los que, si no se trata, puede llegar a volverse crónico en el tiempo.

¿QUÉ PUEDES HACER PARA MEJORARLO?

Generalmente, cuando aparece este tipo de dolor, todos pensamos que el reposo es lo que mejor puede venir.

Pero debes saber, que esto retrasa la recuperación, y además aumenta las posibilidades de que el problema se vuelva crónico.

Te aconsejamos lo siguiente:

• Aplica frío cuando el dolor acaba de aparecer.
• Durante los dos días siguientes, aplica calor: tiene efectos calmantes.
• Al cabo de 24 horas, cuando el dolor se haya aliviado un poco, lo ideal es hacer algunos ejercicios suaves que ayuden a movilizar la musculatura.
• Mantener la espalda tonificada es fundamental para evitar este tipo de dolores.
• La OMS (Organización Mundial de la Salud), aconseja realizar unos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. Entre las actividades que te pueden venir bien, se encuentra el caminar media hora al día.
• Esto reforzará tu musculatura, evitando las contracturas, y además se fortalecerán tus huesos.

Fuentes:

Elsevier.

Kern.

Cuidateplus.

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