Análisis clínico: conservar una salud de hierro es mucho más sencillo de lo que parece.
No hace falta ni demasiado esfuerzo, ni tampoco muchos conocimientos.
Y es que un simple análisis de sangre, puede ayudarte a prevenir y evitar muchas enfermedades.
En este artículo, conocerás los parámetros más importantes que debes controlar, y cómo interpretarlos correctamente.
¡Comencemos!
MI MÉDICO ME HA PRESCRITO UN ANÁLISIS DE SANGRE
Llegados a este punto, debes saber que para valorar tu estado de salud de manera global, habría que analizar todos los parámetros que vamos a ver a continuación, de manera conjunta.
Pongámonos en situación: el médico te prescribe una analítica de sangre. Te la haces, y te dan un papel a modo de informe, con los resultados. Y claro, sientes incertidumbre por saber cómo de bien o mal ha ido.
Pero te suena todo a chino mandarino, y quieres saber si padeces alguna enfermedad, antes de acudir al médico nuevamente.
Sigue leyendo, te lo enseñamos a continuación.
En primer lugar, verás los resultados del HEMOGRAMA: estos parámetros, hacen un recuento de las células que todos tenemos en la sangre, y de otros valores, que comprueban su estado. Los valores que más deben interesarte son:
- Hematíes o glóbulos rojos: son las células que dan el color rojo a la sangre. Conocer su cantidad, es importante. Son los encargados de transportar por la sangre la hemoglobina, gracias a la cual llega oxígeno a cada rincón de tu cuerpo.
- Hemoglobina: la proteína que transporta el oxígeno en la sangre.
Cuando sus valores son bajos, implica señal de anemia. Tú la notarás en forma de cansancio principalmente.
Pero no existe un solo tipo de anemia. La mayoría de veces, es por falta de hierro, sobre todo en el caso de las mujeres, por la menstruación.
Pero en otros casos, puede deberse a que los glóbulos rojos son más pequeños de lo normal. Esto se comprueba a través de otro parámetro:
- VCM: volumen corpuscular medio. Si es inferior a lo normal, la anemia puede ser por falta de hierro. Pero si son más grandes, podría deberse a que tienes falta de ácido fólico o vitamina B (bien por una mala absorción de vitaminas, o por alguna enfermedad digestiva).
- PLAQUETAS: son las células encargadas de la coagulación. Las que evitan las hemorragias.
Para que no te alarmes: los valores considerados ideales, varían según las circunstancias de la persona. Si eres mujer en edad fértil, es normal tener la hemoglobina algo baja, por la pérdida de sangre durante la menstruación.
Y si los valores de los hematíes son altos, pueden existir distintas razones detrás: por ejemplo tabaquismo, insuficiencia respiratoria, bronquitis.
- Glóbulos blancos o leucocitos: son las células encargadas de las defensas. Ante cualquier agresión, pueden aumentar su número: desde un simple resfriado a una quemadura.
Dentro de ellos, verás distintos tipos como son los neutrófilos, basófilos, eosinófilos, monocitos. Que estén algo elevados, indicará que has padecido o estás padeciendo alguna infección. Esto es señal de que tu cuerpo “te defiende bien”.
Y si están algo bajos, puede deberse a que te has tratado con antibióticos, antiinflamatorios…
Cuidando tu sistema inmune, contribuyes a tener unas defensas óptimas.
En apartados de más abajo, trataremos otros parámetros importantes en tu análisis de sangre.
¿CÓMO SABER SI MIS RIÑONES FUNCIONAN BIEN?
A través de la sangre, el médico también puede valorar el funcionamiento de tus riñones. Existen distintos parámetros importantes, como son la creatinina, la urea, el sodio o el potasio.
De todos ellos, el valor más interesante es la creatinina. Es una proteína muscular que circula por la sangre y que se elimina a través de la orina.
Si está elevada, significa que los riñones no la eliminan bien, por lo que puede haber algo de insuficiencia renal.
Otro valor importante es el de la urea. Este es un compuesto que aparece después de que tu cuerpo haya digerido las proteínas (por tanto, está relacionado con la cantidad de proteínas de tu dieta).
Cuando la urea en sangre es más alta de lo normal, significa que los riñones no la filtran bien. Puede provocar malestar digestivo en los casos menos graves.
Los valores de sodio, cuando son elevados, puede indicar que necesitas beber más líquido.
¿QUÉ HAY DE MI HÍGADO?
En los resultados de la analítica, también verás unos parámetros que reflejan el funcionamiento de tu hígado, como son las famosas transaminasas:
–AST-GOT: aspartato aminotransferasa.
– ALT-GTP: alanina aminotransferasa.
Las transaminasas, son enzimas (una clase muy importante de proteínas), que se encuentran en el interior de las células de órganos como hígado, corazón, riñones o músculos. Tienen un papel muy importante en el metabolismo.
Cuando se detecta en el análisis niveles elevados, puede indicar que algo no funciona bien en el hígado. Aunque no te alarmes, porque no siempre significa que la persona esté enferma: podría deberse a algo pasajero, debido a mala alimentación, o haber bebido alcohol recientemente, o incluso algunos fármacos.
Habría que analizar otros datos y factores externos, para interpretarlos como signo de enfermedad.
Incluso habría que repetir los análisis unas semanas más tarde para descartar enfermedad.
¿SABÍAS QUE ALGUNOS PARÁMETROS PUEDES CONTROLARLOS FÁCILMENTE DESDE LA FARMACIA?
Sí, tal como lees.
Con una simple punción en el dedo, podrás conocer los valores de la HEMOGLOBINA GLICOSILADA Y EL PERFIL LIPÍDICO.
¿Qué son estos parámetros? Los vemos a continuación.
- La hemoglobina glicosilada o Hb1Ac, nos sirve para medir el promedio de glucosa (azúcar) que ha habido en sangre durante los 3 últimos meses.
De esta manera, podrás conocer de antemano si padeces diabetes o prediabetes.
Si estos valores son inferiores al 5.7%, no existe diabetes.
- Por otro lado, también con la misma punción en el dedo podemos conocer tu perfil lipídico: colesterol total, HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo) y los triglicéridos (grasas de la comida). Con este perfil, puedes prevenir muchas enfermedades cardiovasculares. La mayoría de veces, mejoran tan sólo con un cambio en el estilo de vida.
Desde la farmacia, te recomendamos que realices este análisis con una frecuencia determinada:
Hemoglobina glicosilada:
- Al menos 1 vez al año en pacientes pre-diabéticos
- Al menos 2 veces al año en pacientes diabéticos diagnosticados
- Cada 3 meses hasta conseguir el objetivos en diabéticos con cambios de tratamiento.
Perfil lipídico:
- Cada 1-2 años en personas sanas sin factores de riesgo cardiovasculares
- Anualmente en mayores de 65 años con o sin factores de riesgo cardiovascular y a las 6 semanas tras iniciar la terapia.
- Cada 6 o 12 meses en pacientes controlados y que responden bien a la terapia.
Fuentes:
Elsevier
Saber vivir.
Laboratoriosdeanalis.
Desde Farmacia Balmes esperamos que el contenido de este artículo haya sido de utilidad para ti y los tuyos.
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