Alergia a animales: un tipo de alergia cada vez más frecuente.
Te contamos los puntos clave para poder convivir adecuadamente con ellos.
¡Comenzamos!
¿TAN FRECUENTE ES LA ALERGIA A LOS ANIMALES?
Entre el 5 y el 10% de la población general sufre alergia a perros y gatos, siendo la alergia a los gatos más frecuente y generalmente más grave que la alergia a los perros.
La alergia a los animales se produce por el contacto o la inhalación de pequeñas partículas de la caspa o de la orina que contienen los alérgenos responsables de causar los síntomas de rinoconjuntivitis, asma, urticaria de contacto e, incluso, de anafilaxia.
Con el paso de los años, ha aumentado la predisposición de la población a padecer enfermedades alérgicas.
Y esto, junto con una mayor exposición a los animales, hace que las alergias a animales sean más frecuentes de lo que parece.

¿QUÉ ANIMALES PUEDEN PRODUCIR ALERGIA?
Cualquier animal puede producir alergia, pero lo más habitual es que la produzcan mamíferos.
En España, la alergia al perro es la más frecuente, seguida de la del gato, dado que son las mascotas más frecuentes. También producen alergia, aunque en menor medida: caballos, roedores, conejos y hurones.
Hay casos raros de alergia a anfibios y reptiles por sus escamas, como iguanas y lagartos.
La alergia a animales puede ocurrir en el ámbito doméstico, pero también en el profesional, como es el caso de veterinarios, investigadores de laboratorio, granjeros, cazadores, peleteros, cuidadores de zoológicos y trabajadores de circos.

¿CÓMO IDENTIFICAR ESTA ALERGIA?
La alergia a animales puede producir los mismos síntomas que cualquier otra alergia respiratoria:
- Síntomas oculares (picor de ojos, lagrimeo, enrojecimiento ocular)
- Nasales (picor nasal, estornudos, mucosidad líquida, congestión)
- Picor en paladar, de garganta y/o de oídos.
- Algunas personas pueden desarrollar síntomas de asma con tos seca, dificultad respiratoria, opresión torácica y silbidos en el pecho.
- Además, el contacto con el animal puede producir picor en la piel, hinchazón (más frecuente en los párpados) y habones en la zona de contacto, especialmente si se ha producido algún arañazo.

¿QUÉ PARTE DEL ANIMAL ES LA RESPONSABLE?
La alergia a los animales está causada por proteínas contenidas en las secreciones de sus glándulas sebáceas y salivares, y en su orina que quedan adheridas a la piel y caspa del animal.
La caspa es la responsable principal de la alergia a los animales que se desprende en pequeñas partículas que permanecen flotando en el aire durante largos períodos de tiempo y que, al ser respiradas, desencadenan los síntomas. Por este motivo, las personas alérgicas pueden notar síntomas al permanecer en casas o lugares con mascotas, aunque no estén presentes en ese momento.
Además, estas partículas se depositan con facilidad en el mobiliario de las casas y se adhieren fácilmente a la ropa y al pelo de las personas, transportándose y acumulándose en escuelas, transportes, edificios públicos y en casas donde nunca hubo mascotas.
¿CÓMO TRATAR UNA ALERGIA A ANIMALES?
En primer lugar, se debe evitar su contacto, aunque retirar el animal de la vivienda no siempre es fácil, por el apego emocional. Además, cuando el animal se encuentra en el domicilio de familiares o amistades, o en el lugar del trabajo, evitarlo es prácticamente imposible. Aun así, debe procurarse no tocar el animal y lavarse las manos después de hacerlo.
La segunda recomendación es disminuir la carga de alérgenos del animal. Para ello existen varias estrategias:
- Tener al animal fuera del domicilio o al menos evitar su entrada en el dormitorio. Aun así, esta última medida sería poco efectiva porque los alérgenos se dispersan por el aire.
- Lavar al animal 1-2 veces por semana.
- Limpiar minuciosamente la vivienda cada semana con aspiradores con filtros HEPA, principalmente en colchones, almohadas, muebles tapizados y cortinas, donde se depositan más los alérgenos de animales.
- Ventilar la vivienda a menudo.
- Instalar purificadores de aire con filtros HEPA.
- Lavar la ropa que haya estado en contacto con los animales.
- Aplicar una vez a la semana lociones comerciales para mascotas que reducen la caída de caspa.
En tercer lugar, se dispone del tratamiento farmacológico, que incluye: un antihistamínico oral, nasal o en colirio para reducir los síntomas de rinitis y/o conjuntivitis alérgica, y un corticosteroide en spray nasal para reducir la inflamación crónica de la mucosa nasal.
Y si la persona sufre asma alérgica, el tratamiento incluye el uso de inhaladores de corticosteroides combinados con broncodilatadores inhalados para disminuir la inflamación bronquial.
Además de esto, también se dispone de vacunas para el tratamiento de algunas alergias a animales como el gato, perro o caballo.
Fuentes:
https://pacientes.seicap.es/es/alergia-a-animales_40089

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